Los escolares Bioalfabetizados de una forma permanente y sistemática, empiezan a entender como funciona y está estructurada la naturaleza, aprenden todos los procesos que se dan en ella, ya que la bioalfabetización es un proceso que utiliza las áreas naturales o aquellas donde se muestra la biodiversidad como aula y laboratorio, el niño aprende del recurso vivo, se identifica y comprende cómo es la dinámica de un ecosistema.
Conforme el niño aumenta su esquema mental sobre el medio en que vive, comprende que el es parte de ese medio, y tiende a valorarlo más y simultáneamente llega a entender una gran cantidad de conceptos de importancia en la vida ordinaria de su propio ambiente: mutualismo, competencia, depredación, parasitismo, etc.
Un niño que ha tenido una educación biológica, será en un futuro un ciudadano que tiene más posibilidades de actuar correctamente sobre el manejo del ambiente, tomar decisiones más racionales en asuntos ambientales y tener más capacidad en relación a las decisiones ordinarias de la vida.
Lo que no se entiende no se aprecia; no se puede valorar si no se conoce el funcionamiento y la utilidad de un recurso. Esta población que tendrá la oportunidad de conocer mejor el medio en que vive, se le estará dando la oportunidad de no destruir, porque este tipo de educación les permitirá ser más racionales en cuanto a la utilidad de la naturaleza.
