
Es normal, hemos sido educados bajo una perspectiva antropocéntrica en donde temerle a lo extraño es la norma, desde pequeños nos han dicho que todas las arañas son peligrosas y pican, que las “serpientes” son la encarnación de satanás y matan, que todos los insectos son seres sucios y nos pueden enfermar; es comprensible, pero no justificable que creamos todo eso, al menos lo es para la mayoría de las personas, pero NO para aquellos que han tenido la fortuna de adquirir educación y tener un título académico que te confiere la alta responsabilidad de profesor.